jueves, 19 de julio de 2018

Camina el rebaño.

Una nueva canción que hice en estos últimos dos días. Pensando en la fragilidad de  los bebes al nacer y el mundo perverso que nos toca enfrentar. Terminó siendo conceptualmente autobiográfica, recordando la inocencia de creer en un dios que nos guarda, unos  padres que nos aman y una ciencia que esta a nuestro favor. El corazón domado o quizás sistemáticamente callado para que no revele la irracionalidad de la violencia e injusticia instalada y disfrazada en la sociedad que nos toca vivir a los humanos en este planeta. Pisamos y arrasamos a todas las especies que se cruzan en el camino creyendo que estamos en la cima de la escala evolutiva y nos negamos ni siquiera a pensar que podemos ser ganado y comida de especies mas poderosas. Entre tanto "camina el rebaño" mesmerizado en su gran mayoría (presa del egoísmo, la crueldad, el fanatismo, la hipocrecía, la mentira, el dolor, el temor, aislados en un profundo sufrimiento), otros actuando como pastores controladores por un mendrugo y algunos en secreto teniendo destellos de amor por una creación radiante, tratando de conectar con nuestra fuente interior y encontrar nuestro ser divino (elevando la frecuencia en nuestro corazón).
Nació la música de acompañar la guitarra con la armónica -que tiene protagonismo en esta canción- (en DO), es estilo folk muy pausada y tranquila. Me gusta.

Olvidé mencionar que un poco la canción nació pensando en lo que le paso al Pity y comprendiendo las vicisitudes que acontecen a un ser sensible y rebelde que le toca vivir en este mundo hostil. 

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